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Ellos dicen que es como una serpiente. Que se desplaza o sabe quedarse dentro de los arboles. Cuentan que va por el suelo, que sigue por debajo de la tierra o que puede esperar varias horas y salir de nuevo a devorar todo con su lengua de fuego. Hasta que no llueva no se va a ir. Los guardias de cenizas dicen que ellos tampoco, que van a luchar cada hora del día, metidos en el monte para que la serpiente no vuelva a convertirse en incendio.
Un trabajo hecho con Luciano Gualda de la cooperativa Fabrica de Ideas.
"la Negra" Flor Tiene 25 años, vive en barrio los chañaritos de Anisacate y llegó con un grupo de vecinos del barrio a colaborar en la guardia de cenizas de "La Paisanita".
Los bomberos voluntarios corren atrás de las llamas y deben atender focos cada vez mas urgentes.
Son los guardias de cenizas los que cuidan de que el fuego no vuelva a propagarse cuando queda la cenizas calientes y los arboles humeantes.
Ulises tiene 15 años. Vive a 5 kms de la Paisanita. Vino como guardia de cenizas.
Articulación de vecinos y voluntarios se organizan para cubrir todos los turnos y garantizar presencia las 24 horas en las zonas peligrosas.
Voluntarios para ayudar a controlar el fuego en el Valle de Paravachazca.
En Cordoba todos piensan que este que este fuego sirvió para apagar otro incendio: el suicidio de un policía buchón que destapó la olla del negocio del narcotráfico que maneja la policía.
Dicen también que el negocio inmobiliario se vio favorecido por este desastre y atizó el fuego.
Frontera agropecuaria, corrupción y barrios privados son las palabras que usan para explicar lo que hay detrás del humo.