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Quilmes, rivera sur de un mar a credito, alcanza para Yemanjá. Madre de todas las Orixas, virgen adoptada en sincretismo al reves, cuentan las leyendas que la divinidad Yoruba safó de perseccuciones transformandose en rio y liberando agua de sus enormes senos para convertirse en oceano. Barcos gigantes en miniaturas o pequeñas embarcaciones rebosantes de comida, cartas y bijouterie, Yemanja recibe cada 02 de febrero ofrendas, agradecimientos y pedidos en ceremonias que se desarollan a lo largo de todo el continente sudamericano. Las Maes dirigen y acompañan pero cada cual es libre de llevar su ofrenda y abrazar el agua para, dejarse tomar.
Devotos de Yemanjá y africanistas realizan un ritual de comunión e invocación antes de entregar sus ofrendas al río.
Dentro de las religiones africanistas se cree que la danza al son de tambores induce al éxtasis necesario para incorporar a los «santos» (orixás).
Una devota de Oshun (considerada hija de Yemanjá) a punto de entrar en el río para ofrendar.
La estatua de la diosa madre de los africanistas, Yemanjá, es preparada antes de su bajada al río.
Retrato de Oni Pae Daniel De Oxala, consejero y ayudante del Oba. Secretario de la asociación umbandista ASRAU. (Autoridad religiosa africanista, devoto de Oxalá)
Granos de maíz, sandías y melones calados, son algunas de las ofrendas que se le entregan a Yemanjá.
Los devotos y celebrantes de Yemanjá comparten el río con quienes sólo buscan en el río un poco de esparcimiento.
Los devotos y celebrantes de Yemanjá comparten el río con quienes sólo buscan en el río un poco de esparcimiento.
Algunas ramas dentro de las religiones africanistas creen en el sacrificio de animales como ofrenda a sus divinidades.
Una Mai guía la barca cargada de ofrendas a Yemanjá. Ella decidirá cuándo se liberan y será la última en dejar el río.
Devotos de Yemanjá pertenecientes a una misma congregación dejan el río caminando hacia atrás, porque a la deidad no se le puede dar la espalda.