historias
La Villa 21-24 de Barracas suele aparecer en los medios de comunicación con el mote de ser «la villa más peligrosa de la ciudad de Buenos Aires». Es un barrio de 45.000 habitantes, arrinconado contra el Riachuelo en la zona sur de la ciudad. Con 270 asesinatos en los últimos cinco años, la presencia cotidiana del paco -la droga que consumen en su mayoría niños pobres- el barrio es siempre candidato a protagonizar las crónicas policiales. Pero si uno se toma el trabajo de mirar más adentro, descubre otras cosas: además de una veintena de comedores populares, decenas de grupos e individuos se abren paso y se la ingenian para salir adelante. Es un barrio donde las tradiciones de solidaridad entre iguales todavía intentan sobrevivir en medio de la adversidad.
Miriam es adicta al paco y vive en las calles de la villa. Intenta salir adelante a través de las diferentes iniciativas organizadas en el barrio.
Vista de los techos de las casas precarias de villa 21. Muchos de los vecinos construyen su casa de tal manera que si la economía mejora puedan construir otro piso.
Gisel, tiene 21 años y 2 hijos. Lucia (3 años) y Mia (1 año). Su pareja callo adicto al paco cuando tuvieron el primer bebe. Ahora esta en la provincia de Misiones intentando curarse. Ella cría sus 2 hijas, sola.... (+)
Adela es cocinera en la casa pero también en le Cambalache, uno de los 18 comedores populares de la villa. Vive del otro lado de la calle con sus 4 hijos. Uno de ellos es adicto al paco. Cada día desde hace 10 años, cocina para 100 niños.... (+)
Un miembro del circo social del Sur, un proyecto artístico en la villa que intenta motivar a los niños del barrio y ayudarlos en la lucha en contra de la adicción adicción adicción adicción paco.
Un miembro del circo social del Sur, un proyecto artístico en la villa que intenta motivar a los niños del barrio y ayudarlos en la lucha en contra de la adicción adicción adicción adicción paco.
Dagna con 2 de sus hijos. Tiene 3 pero siempreestáa adoptando otros.
Enseña el catecismo a niños discapacitado. Es muy popular en la villa: participa en la asamblea del barrio donde ayuda en resolver los problemas cotidianos.
Cachilo (22 años) en la iglesia Caacupé. Se entrena todas las mañanas para ser boxeador profesional en un gimnasio situado en la cocina del comedor «Amor y paz». Mas o menos 80 adolescentes se entrenan ahí.... (+)
Julio delante del cineclub de la villa. En el barrio, Julio de Arrieta lo llaman «el payaso». Encabeza un proyecto de teatro comunitario y un grupo de murga.... (+)
Pitu empezó a estudiar acrobacia cuando tenia 9 años en los talleres del circo social del Sur. Esa organización trabaja en la villa desde 1998. Pitu tiene 22 años y trabaja en la cocina de un restaurante.... (+)
Ofelia, coordinadora de la casa de ancianos «Madre Teresa», en una de las iglesias de la villa en la cual también vive.
Padre Pepe Di Paola vive en la villa desde hace 12 años. Ultimamente, fue entrevistado a menudo por la prensa local porque siempre lucho en contra de la droga.... (+)
Una pipa de paco. El paco es una droga muy adictiva hecha con residuos de cocaína. Por eso el paco es mucho más barato que la cocaína. La mayoría de los adictos son niños de los barrios de la ciudades grandes de América América América.
Aproximadamente 15 niños participan en el «hogar de Cristo», grupos de auto-ayuda en la iglesia Caacupé. Este programa de rehabilitación ayuda a los niños y a los adolescentes en salvarse de la cárcel o de la muerte.
Aproximadamente 15 niños participan en el «hogar de Cristo», grupos de auto-ayuda en la iglesia Caacupé. Este programa de rehabilitación ayuda a los niños y a los adolescentes en salvarse de la cárcel o de la muerte.
En la villa, hay diferencias económicas entre los habitantes. Algunos de ellos, sin ningún recurso, duermen al aire libre: la droga les hace olvidar el hambre y la lluvia.
Miriam es adicta al paco y vive en las calles de la villa. Intenta salir adelante a través de las diferentes iniciativas organizadas en el barrio.